miércoles, 18 de septiembre de 2013

Arcología, edificios ciudades autosuficientes



La Arcología es una especie de enorme edificio ecológico que casi es una ciudad. Sus dimensiones y la autonomía de funcionamiento, de uso de la energía y de otros recursos, es mayor de lo habitual. En la Arcología pueden vivir tantas personas como en una pequeña población, teniendo en cuenta que se satisfacen servicios como la gestión de residuos, la generación de energía, el transporte, etc.
El término fusiona dos disciplinas: Arquitectura y Ecología. El arquitecto Paolo Soleri fue quien acuñó el término en su libro Arcology: City in the Image of Man. La idea básica es aumentar la capacidad de habitantes en un territorio determinado sin sobrecargar el medio ambiente.

La Arcología trata de enfrentar un grave problema actual: las ciudades están, literalmente, devorando la naturaleza, el medio ambiente. Los entornos naturales son engullidos por edificios, calles, asfalto, coches… La Arcología apuesta por enormes rascacielos que ocupen el menor territorio posible y minimicen su impacto sobre el medio ambiente. Los edificios arcológicos son ciudades autosuficientes que generan su propia energía
El modelo actual de ciudad, que se basa en ocupar más territorio y en casas unifamiliares, es insostenible, según Soleri. La población crece, pero el planeta y sus recursos no. La Arcología, no sólo busca la autosuficiencia energética, sino también un control la calidad del aire y del agua, una gestión sostenible de los residuos, la producción de alimentos y ofrecer actividades de manera más eficiente.
En este modelo, los coches no tiene cabida. Por tanto, también desaparece la contaminación generada por ellos. Los espacios públicos, más eficientes, menos contaminantes, tienen más importancia que los privados. Los habitantes de la Arcología disfrutan de espacios naturales.
La idea tiene cierta influencia de la ciencia ficción. Películas como Metrópolis, de Fritz Lang, o La fuga de Logan predicen un edificio-ciudad. ¿Pasará la salvación de la humanidad por vivir en estos megacomplejos ecológicos?

Leer más: http://www.ecologiaverde.com/arcologia-edificios-ciudades-autosuficientes/#ixzz2fFZlQdB0


El desperdicio de comida contribuye al cambio climático.

El desperdicio de comida contribuye al cambio climático
La comida desperdiciada es un problema social, es la prueba de que el sistema no funciona: una parte de la humanidad arroja a la basura comida en buen estado mientras otra parte (que son millones de personas) se muere de hambre. Millones de gente obesa y millones en los huesos. Pero, además, el desperdicio de comida también es un problema climático, ya que es el tercer mayor contribuyente al este problema ambiental.
Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha calculado que un tercio de los alimentos producidos en el mundo se desperdicia. A partir de este porcentaje, han calculado el impacto ambiental de los alimentos provenientes de la agricultura que no se comen, así como los efectos climáticos del metano que emiten los alimentos que se pudren.

Los resultados han sido publicados en un informe. En total, por esta causa se emiten en el mundo unas 3,3 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, lo que supone ser el tercer emisor de CO2, sólo superado por lo que emite China y lo que emite Estados Unidos.
Además, el desperdicio de alimentos también supone un desperdicio de agua. La huella hídrica, esto es, el agua potable que se podría ahorrar si no se produjeran esos alimentos que acaban en la basura, es de, aproximadamente, 250 kilómetros cúbicos, lo que equivale a la descarga anual de agua del río Volga. Por último, los alimentos no consumidos hacen inútiles casi 1,4 millones de hectáreas de tierra, cerca del 30% de la superficie agrícola del mundo.


Leer más: http://www.ecologiaverde.com/desperdicio-comida-contribuye-al-cambio-climatico/#ixzz2fFWaDT2j

Todos podemos ayudar



Si estos hurones pueden, nosotros también.

¿Qué es la Ecología?

La ecología (del griego: «οίκος» oikos, "hogar"; y «λóγος» logos, "estudio") es la ciencia que estudia a los seres vivos, su ambiente, la distribución, abundancia y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente: «la biología de los ecosistemas» (Margalef, 1998, p. 2). En el ambiente se incluyen las propiedades físicas que pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio científico de los procesos que influyen la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre los organismos y la transformación de los flujos de energía.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

El árbol que puede salvar al mundo

El llamado “árbol Emperatriz”, o Paulownia Tormentosa, más conocido como el árbol Kiri, oriundo de la China, es el emblema y razón de ser de una posible revolución natural: la “revolución Kiri” se propone salvar al planeta mediante la plantación de, al menos, un millón de estos árboles de características únicas. Porque el Kiri no sólo es capaz de prosperar donde otras plantas no podrían hacerlo, como suelos y aguas contaminadas, al tiempo que purifica los lugares en los que crece, sino que además tiene la particular condición de absorber diez veces más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, y emite muchísimo más oxígeno que sus pares. Sumado a todo esto, su velocidad de crecimiento (desde el momento en que se planta su semilla puede llegar, en tan solo ocho años, a tener el tamaño de un roble de cuarenta años), lo convierte en un aliado notable, y hasta ahora impensado, en la lucha contra los efectos del cambio climático. Es por todo esto que, en los medios especializados, ya se está hablando de la “revolución Kiri”. Es posible que no falte mucho para que este árbol, hasta ahora desconocido para la gran mayoría, se convierta en una presencia cotidiana indispensable.